jueves, 9 de agosto de 2018

Cuarto Día: Nada es tuyo. Nada te pertenece



Momento de Iluminación: (Imitación de Cristo, libro III, caps. 47)

No se debe poner la paz en los hombres.

Hijo, si pones tu paz con alguno por tu parecer, y por conversar con ´el, movible estarás y sin sosiego. Mas si corres a la verdad, que siempre vive y permanece, no te entristecerás por el amigo, si se fuere o se muriere. En mi ha de estar el amor del amigo, y por mi se debe amar cualquiera que en esta vida te parece bueno, y mucho mas.

Sin mí no vale nada, ni durara la amistad, ni es verdadero el amor que yo no junto. Tan muerto debes ser a las afecciones de los amigos, que deseases (por lo que a ti toca) estar solo del todo. Tanto se acerca el hombre a Dios, cuanto se desvía de todo placer humano. Y tanto más alto sube a Dios, cuanto más bajo desciende en si, y se tiene por más vil.

El que se atribuye a si algo de bien, impide la venida de la gracia de Dios en si; porque la gracia del Espíritu Santo siempre busca el corazón humilde. Si te supieses perfectamente apocar y vaciar de todo amor criado, yo entonces manaría en ti abundantes gracias. Más cuando tu miras a las criaturas se aparta de ti la vista del Criador. Aprende a vencer todo por el Criador, y entonces podrás llegar al conocimiento divino. Cualquier cosa, por pequeña que sea, si se ama o se mira desordenadamente, daña, y estorba de gozar el sumo bien

Momento de Reflexión: QUE NINGÚN BIEN TIENE EL HOMBRE DE SUYO NI COSA ALGUNA DE QUÉ ALABARSE

Señor, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre para que le visites? ¿Qué ha merecido el hombre para que le dieses tu gracia?

Señor, ¿de qué me puedo quejar si me desamparas? O ¿cómo justamente podré contender contigo, si no hicieres lo que pido?

Por cierto, una cosa puedo yo pensar y decir con verdad: Nada soy, Señor, nada puedo, nada bueno tengo de mí; más en todo me hallo vacío, y camino siempre a la nada.

Y si no soy ayudado e instruido interiormente por Ti, me vuelvo enteramente tibio y disipado.

Mas Tú, Señor, eres siempre el mismo, y permaneces eternamente, siempre bueno, justo y santo, haciendo todas las cosas bien, justa y santamente, y ordenándolas con sabiduría. Pero yo, que soy más inclinado a caer que a aprovechar, no persevero siempre en un esta-do, y me mudo siete veces cada día.

Mas luego me va mejor cuando te dignas alargarme tu mano auxiliadora; porque Tú solo, sin humano favor, me puedes socorrer y fortalecer, de manera que no se mude más mi semblante, sino que a Ti solo se convierta y en Ti descanse mi corazón.

El que quisiere estar muy seguro en tiempo de paz, se encontrará abatido y temeroso en tiempo de guerra. Si supieses permanecer siempre humilde y pequeño para contigo, y morar y regir bien tu espíritu, no caerías tan presto en peligro ni pecado.

Buen consejo es que pienses cuando estás con fervor de espíritu, lo que puede ocurrir con la ausencia de la luz. (Imitación de Cristo, libro III, caps. 40 y 7)

Momento de Confrontación: Tema: ¿Qué tan cerca estas de Dios?

Pregúntate ¿cuán limpio y puro esta mi corazón? Tener el corazón puro es muy importante para poder estar cerca de Dios aquí en la tierra y después estar con Él en el cielo; también para conocerlo con la Luz que nos da a través de la Fe.

Desde el día 1º hasta el día 12º practica la virtud de: 
Pureza de Corazón

Realizar las oraciones de todos los días dispuestas para esta primera fase

No hay comentarios:

Publicar un comentario