Momento de Iluminación: (Imitación de
Cristo, libro
III, caps. 47)
No se debe poner la paz en los hombres.
Hijo, si pones tu paz con alguno por tu
parecer, y por conversar con ´el, movible estarás y sin sosiego. Mas si corres
a la verdad, que siempre vive y permanece, no te entristecerás por el amigo, si
se fuere o se muriere. En mi ha de estar el amor del amigo, y por mi se debe
amar cualquiera que en esta vida te parece bueno, y mucho mas.
Sin mí no vale nada, ni durara la amistad,
ni es verdadero el amor que yo no junto. Tan muerto debes ser a las afecciones
de los amigos, que deseases (por lo que a ti toca) estar solo del todo. Tanto
se acerca el hombre a Dios, cuanto se desvía de todo placer humano. Y tanto más
alto sube a Dios, cuanto más bajo desciende en si, y se tiene por más vil.
El que se atribuye a si algo de bien,
impide la venida de la gracia de Dios en si; porque la gracia del Espíritu
Santo siempre busca el corazón humilde. Si te supieses perfectamente apocar y
vaciar de todo amor criado, yo entonces manaría en ti abundantes gracias. Más
cuando tu miras a las criaturas se aparta de ti la vista del Criador. Aprende a
vencer todo por el Criador, y entonces podrás llegar al conocimiento
divino. Cualquier cosa, por pequeña que sea, si se ama o se mira
desordenadamente, daña, y estorba de gozar el sumo bien
Momento de Reflexión: QUE NINGÚN BIEN TIENE
EL HOMBRE DE SUYO NI COSA ALGUNA DE QUÉ ALABARSE
Señor, ¿qué es el hombre para que te
acuerdes de él, o el hijo del hombre para que le visites? ¿Qué ha merecido el
hombre para que le dieses tu gracia?
Señor, ¿de qué me puedo quejar si me
desamparas? O ¿cómo justamente podré contender contigo, si no hicieres lo que
pido?
Por cierto, una cosa puedo yo pensar y
decir con verdad: Nada soy, Señor, nada puedo, nada bueno tengo de mí; más
en todo me hallo vacío, y camino siempre a la nada.
Y si no soy ayudado e instruido
interiormente por Ti, me vuelvo enteramente tibio y disipado.
Mas Tú, Señor, eres siempre el mismo, y permaneces
eternamente, siempre bueno, justo y santo, haciendo todas las cosas bien, justa
y santamente, y ordenándolas con sabiduría. Pero yo, que soy más inclinado a
caer que a aprovechar, no persevero siempre en un esta-do, y me mudo siete
veces cada día.
Mas luego me va mejor cuando te dignas
alargarme tu mano auxiliadora; porque Tú solo, sin humano favor, me puedes
socorrer y fortalecer, de manera que no se mude más mi semblante, sino que a Ti
solo se convierta y en Ti descanse mi corazón.
El que quisiere estar muy seguro en tiempo
de paz, se encontrará abatido y temeroso en tiempo de guerra. Si supieses
permanecer siempre humilde y pequeño para contigo, y morar y regir bien tu
espíritu, no caerías tan presto en peligro ni pecado.
Buen consejo es que pienses cuando estás
con fervor de espíritu, lo que puede ocurrir con la ausencia de la luz. (Imitación
de Cristo, libro III, caps. 40 y 7)
Momento de Confrontación: Tema: ¿Qué tan cerca estas de Dios?
Pregúntate ¿cuán limpio y puro
esta mi corazón? Tener el corazón puro es muy importante para poder estar cerca
de Dios aquí en la tierra y después estar con Él en el cielo; también para
conocerlo con la Luz que nos da a través de la Fe.
Desde el día 1º hasta el día
12º practica la virtud de:
Pureza de Corazón
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