domingo, 19 de agosto de 2018

DÍA 14º. De la obediencia del súbdito humilde a ejemplo de Jesucristo



MOMENTO DE ILUMINACION - (Imitación de Cristo, libro III, cap. 13)
Declara qué cosa sea paciencia, y la lucha contra los apetitos sensuales Señor Dios mío, según oigo, paréceme que la paciencia me es muy necesaria; porque muchas adversidades acaecen en esta vida. Porque en cualquier manera que ordenare mi paz, no puede estar mi vida sin guerra y dolor.
Así es, hijo, y no quiero yo que busques tal paz que carezca de tentaciones, y no sienta contrariedades; mas cuando fueres ejercitado y probado en diversas tribulaciones, piensa que has hallado el camino de la paz. Si dices que no puedes llevar tantos trabajos, ¿cómo podrás sufrir después el fuego del purgatorio?
De dos trabajos siempre se debe escoger el menor. Por eso porque puedas escapar de los tormentos eternos, estudia de sufrir por mí los males presentes. ¿Piensas tu que poco o nada sufren los hombres del mundo? Aun en los muy delicados no cabe esto. Más podrás decir, que tienen muchos deleites, y siguen sus apetitos, y con eso sienten poco sus tribulaciones, puesto que sea así que tengan cuanto quisieren; dime: ¿cuánto les durará?
Mira que los muy abundantes en el siglo, como humo desfallecerán, y no habrá memoria de los gozos pasados, y aún en tanto que viven, no huelgan en ellos el temor, congoja y amargura, que de la misma cosa que se recibe el deleite, de allí las más veces reciben la pena del dolor. Juntamente se hace con ellos; porque así como desordenadamente buscan y siguen los deleites, así los cumplen con amarga confusión. ¡Oh cuán breves, o cuán falsos, o cuán desordenados y torpes son todos! Mas como beodos y ciegos no lo entienden los tales, sino como animales inmundos, por un poco de deleite corruptible se dejan caer en la muerte del ánima. Por eso mira tú no vayas tras tus desordenados deseos, mas apártate de tu voluntad. Deléitate en el Señor, y darte ha lo que pidieres en tu corazón.
Y si de verdad quieres haber placer, y ser consolado en mí abundantísimamente, tu bendición será en el desprecio de toda cosa, y en cortar de ti, todo deleite de acá abajo; y así serte ha dada copiosa consolación; y cuanto más te desviares del consuelo, tanto hallarás en mí más suaves y mucho más poderosas consolaciones: mas mira que no las alcanzarás sin que tengas alguna tristeza y trabajo. La costumbre te hará contradicción; mas vencerla has con otra mejor. La carne murmurará; mas refrenarse ha con el fervor del espíritu. La serpiente antigua te instigará y desabrirá; mas con la oración huirá, y con el trabajo provechoso le cerrarás la puerta.

MOMENTO DE REFLEXIÓN:
Hijo, el que procura sustraerse de la obediencia, él mismo se aparta de la gracia; y el que quiere tener cosas propias pierde las comunes.
El que no se sujeta de buena gana a su superior, señal es que su carne aún no le obedece perfectamente, sino que muchas veces se resiste y murmura.
Aprende, pues, a sujetarte prontamente a tu superior, si deseas tener tu carne sujeta. Porque tanto más presto se vence al enemigo exterior, cuanto no estuviere debilitado el hombre interior.
No hay enemigo peor ni más dañoso para el alma que tú mismo, si no estás bien avenido con el espíritu.
Necesario es que tengas verdadero desprecio de ti mismo, si quieres vencer la carne y la sangre.
Porque aún te amas muy desordenadamente, por eso temes sujetarte del todo a la voluntad de otros.
Pero ¿qué mucho es que tú, polvo y nada, te sujetes al hombre por Dios, cuando Yo, Omnipotente y Altísimo, que crié todas las cosas de la nada, me sujeté al hombre humildemente por ti?
Me hice el más humilde y abatido de todos, para que vencieses tu soberbia con mi humildad.
Aprende, polvo, a obedecer; aprende, tierra y lodo, a humillarte y postrarte a los pies de todos.
Aprende a quebrantar tus inclinaciones y rendirte a toda sujeción. (Imitación de Cristo, libro III, cap. 13)

MOMENTO DE CONFRONTACION

Pregúntate
·                     *¿Quién serias tú sin Dios?*

Las oraciones, exámenes, reflexiones, actos de renuncia de la propia voluntad, de arrepentimiento por tus pecados, de desprecio propio, realízalo todo con María, a los pies de María, ya que por Ella esperamos la luz para conocernos a nosotros mismos. Junto a Ella, podremos medir el abismo de nuestras miserias sin desanimarnos ni desesperar.

Desde el día 13º hasta el día 19º practica la virtud de: Humildad
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Recuerda realizar las oraciones de todos los días.

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