Momento de Iluminación: (Imitación de
Cristo, libro
III, caps. 40)
En esta vida no hay seguridad de carecer de
tentaciones.
Hijo, no hay seguridad en esta vida: en
tanto que vivieres tienes necesidad de armas espirituales. Entre enemigos
andas, por todas partes te combaten: por eso si no traes bien el escudo de la
paciencia, no estarás mucho tiempo sin herida. Demás de esto, si no pones tu
corazón fijo en mi, con pura voluntad de sufrir por mi todo cuanto viniere, no
podrás pasar esta recia batalla, ni llegar a la victoria de los
bienaventurados. Conviene pues romper varonilmente toda cosa, y pelear con
mucho esfuerzo contra todo lo que viniere, porque al vencedor se da el mana, y
al perezoso mucha miseria.
Si buscas holganza en esta vida, ¿cómo
hallaras la eterna? No procures mucho descanso; mas ten mucha paciencia. Busca
la verdadera paz, no en los hombres, ni en las otras criaturas, mas en mi solo.
Por amor de Dios debes aceptar de grado todas las cosas adversas, como son
trabajos y dolores, tentaciones, vejaciones, congojas, necesidades, dolencias,
injurias, murmuraciones, confusiones, reprehensiones, humillaciones,
correcciones y menosprecios. Estas cosas aprovechan para la virtud, y prueban
el nuevo caballero de Cristo, y fabrican la corona en el cielo.
Yo daré eterno galardón por breve trabajo,
e infinita gloria por la confusión que presto se pasa.
¿Piensas tu tener siempre consolaciones
espirituales a contentamiento y a sabor de tu paladar? Mis santos no las
tuvieron; mas tuvieron diversas tentaciones y molestias, y graves desconsuelos;
mas sufrieronse en todas con paciencia, y confiaron mas en mí que en si, porque
sabían que son equivalentes todas las penas de este tiempo para merecer la
gloria venidera. ¿Quieres tu hallar luego lo que muchos después de muchas lagrimas
y trabajos con dificultad alcanzaron? Espera en el Señor, y trabaja
varonilmente: esfuérzate, y no desconfíes, ni huyas. Mas pon tu cuerpo y tu
anima por mi gloria constantemente; que yo seré contigo en toda tribulación, y
te lo pagare muy cumplidamente.
Momento
de Reflexión:
Por lo cual, si yo supiese bien desechar
toda consolación humana, ya sea por alcanzar devoción o por la necesidad que
tengo de buscarte, porque no hay hombre que me consuele, entonces con razón,
podría yo esperar en tu gracia, y alegrarme con el don de la nueva consolación.
Gracias sean dadas a Ti, de quien viene
todo, siempre que me sucede algún bien.
Porque delante de Ti yo soy vanidad y nada,
hombre mudable y flaco.
¿De dónde, pues, me puedo gloriar, o por
qué de-seo ser estimado?
¿Por ventura de la nada? Esto es vanísimo.
Verdaderamente, la gloria frívola es una
verdadera peste y grandísima vanidad; porque nos aparta de la verdadera gloria
y nos despoja de la gracia celestial.
Porque contentándose un hombre a sí mismo,
te descontenta a Ti; cuando desea las alabanzas humanas, es privado de las
virtudes verdaderas.
La verdadera gloria y alegría santa consiste
en gloriarse en Ti y no en sí; gozarse en tu nombre, y no en su propia virtud,
ni deleitarse en criatura alguna, sino por Ti.
Sea alabado tu nombre, y no el mío;
engrandecidas sean tus obras, y no las mías; bendito sea tu santo nombre, y no
me sea a mí atribuida parte alguna de las alabanzas de los hombres.
Tú eres mi gloria. Tú eres la alegría de mi
corazón.
En Ti me gloriaré y ensalzaré todos los
días; mas de mi parte no hay de qué, sino de mis flaquezas. (Imitación de
Cristo, libro III, cap. 40)
Momento de Confrontación: Tema: ¿Qué tan cerca estas de Dios?
Pregúntate ¿cuán limpio y puro
esta mi corazón? Tener el corazón puro es muy importante para poder estar cerca
de Dios aquí en la tierra y después estar con El en el cielo; también para conocerlo
con la Luz que nos da a través de la Fe.
Desde el día 1º hasta el día
12º practica la virtud de:
Pureza de Corazón
Realizar las oraciones de
todos los días dispuestas para esta primera fase
No hay comentarios:
Publicar un comentario