lunes, 20 de agosto de 2018

DÍA 15º. Necesitamos a María para morir a nosotros mismos



MOMENTO DE ILUMINACIÓN – Lectura del Santo Evangelio San Lucas, cap. 13, 1-5
                                                                               
Por aquel tiempo se presentaron algunos, que le contaron lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de los sacrificios que ofrecían, y respondiéndoles, dijo: ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los otros por haber padecido todo esto? Yo os digo que no, y que, si no hiciereis penitencia, todos igualmente pereceréis.

Aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató, ¿creéis que eran más culpables que todos los hombres que moraban en Jerusalén? Os digo que no, y que, si no hiciereis penitencia, todos igualmente pereceréis.

Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús

MOMENTO DE REFLEXIÓN:

Necesitamos a María para morir a nosotros mismos

Para vaciamos de nosotros mismos es menester morir a nosotros mismos todos los días; es decir, es menester renunciar a las operaciones de las facultades de nuestra alma y de los sentimientos de nuestro cuerpo; es menester ver como si no se viese, oír como si no se oye-se, servirse de las cosas de este mundo como si no se sirviese uno de ellas, lo cual llama San Pablo morir todos los días. (1 Cor 15, 31).
Si al caer el grano de trigo en la tierra no muere, permanece solo y no produce fruto bueno (Jn, 12, 24). Si no morimos a nosotros mismos y si nuestras devociones más santas no nos conducen a esta muerte necesaria y fecunda, no produciremos fruto alguno, y serán inútiles nuestras devociones; todos nuestros actos de justicia estarán mancillados por el amor propio y la propia voluntad, lo que hará que Dios tenga por abominación los mayores sacrificios y las mejores acciones que podamos ejecutar, y a nuestra muerte nos hallaremos con las manos vacías de virtudes y de méritos, y no tendremos una centella del amor puro que sólo se comunica a las almas muertas a sí mismas, cuya vida se esconde con Jesucristo en Dios.
Es menester escoger entre todas las devociones a la Santísima Virgen, la que más nos lleve a esta muerte propia, como que es la mejor y más santificante, porque ni es oro todo lo que reluce, ni miel todo lo dulce, ni lo más factible y practicado por la mayoría es lo más perfecto. Como en el orden de la naturaleza hay operaciones que se hacen a poca costa y con facilidad, asimismo en el de la gracia hay secretos que se ejecutan en poco tiempo, con dulzura y facilidad, operaciones sobrenaturales y divinas que consisten en vaciarse de sí mismo y llenarse de Dios, y lograr así la perfección. (Tratado de la Verdadera Devoción..., núms. 81 y 82)

MOMENTO DE CONFRONTACION

Pregúntate
·                    *¿Quién serias tú sin Dios?*

Las oraciones, exámenes, reflexiones, actos de renuncia de la propia voluntad, de arrepentimiento por tus pecados, de desprecio propio, realízalo todo con María, a los pies de María, ya que por Ella esperamos la luz para conocernos a nosotros mismos. Junto a Ella, podremos medir el abismo de nuestras miserias sin desanimarnos ni desesperar.

Desde el día 13º hasta el día 19º practica la virtud de: Humildad
Recuerda realizar las oraciones de todos los días.* * *

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