Momento de Iluminación: Del Evangelio de San Mateo Capítulo 5, 1-19
Viendo a la muchedumbre, subió
a un monte, y cuando se hubo sentado, se le acercaron los discípulos; y
abriendo Él su boca, les enseñaba, diciendo:
Bienaventurados los pobres de
espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos, porque
ellos poseerán la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen
hambre y sed de justicia, porque ellos serán hartos.
Bienaventurados los
misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de
corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacíficos, porque
ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que padecen
persecución por la justicia, porque suyo es el reino de los cielos.
Bienaventurados seréis cuando
os insulten y persigan y con mentira digan contra vosotros todo género de mal
por mí. Alegraos y regocijaos, porque grande será en los cielos vuestra
recompensa, pues así persiguieron a los profetas que hubo antes de vosotros.
Vosotros sois la sal de la
tierra; pero si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Para nada aprovecha
ya, sino para tirarla y que la pisen los hombres.
Vosotros sois la luz del mundo.
No puede ocultarse ciudad asentada sobre un monte, ni se enciende una lámpara y
se la pone bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a cuantos
hay en la casa. Así ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que, viendo
vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos.
No penséis que he venido a
abrogar la Ley o a los Profetas; no he venido a abrogarla, sino a consumarla.
Porque en verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que falte una
jota o una tilde de la Ley hasta que todo se cumpla. Si, pues, alguno
descuidase uno de esos preceptos menores y enseñare así a los hombres, será
te-nido por el menor en el reino de los cielos; pero el que practicare y
enseñare, éste será tenido por grande en el reino de los cielos. (San Mateo,
cap. 5, 1-19)
Momento de Confrontación: Tema: ¿Qué tan cerca estas de Dios?
Pregúntate ¿cuán limpio y puro
esta mi corazón? Tener el corazón puro es muy importante para poder estar cerca
de Dios aquí en la tierra y después estar con El en el cielo; también para
conocerlo con la Luz que nos da a través de la Fe.
Desde el día 1º hasta el día
12º practica la virtud de:
Pureza de Corazón
Realizar las oraciones de
todos los días dispuestas para esta primera fase
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