MOMENTO DE ILUMINACIÓN: (El Secreto de María, núms.
23-24-Tratado de la Verdadera Devoción a Maria , nums 91-104)
23. El secreto consiste, pues, en
encontrar de verdad a la excelsa María para hallar la abundancia de todas las
gracias. Dios, dueño absoluto de todo, puede comunicar directamente lo que de
ordinario sólo concede por medio de María.
Para llegar hasta
Dios y unirse con El, es indispensable acudir a la misma persona escogida por
El para descender hasta nosotros, para hacerse hombre y comunicarnos sus
gracias. Esto se realiza mediante una auténtica devoción a la Santísima Virgen.
24. Existen en realidad varias formas
de verdadera devoción a la Santísima Virgen; no hablo ahora de las falsas.
91 Es por ello importantísimo:
1. conocer las
falsas devociones, para evitarlas, y la verdadera, para abrazarla;
2. conocer cuál
es, entre las diferentes formas de devoción verdadera a la Santísima Virgen, la
más perfecta, la más agradable a María, la más gloriosa para Dios y la más
eficaz para nuestra santificación, a fin de optar por ella.
92. Hay, a mi parecer, siete clases de
falsos devotos y falsas devociones a la Santísima Virgen, a saber:
1. los devotos
críticos;
2. los devotos
escrupulosos;
3. los devotos
exteriores;
4. los devotos
presuntuosos;
5. los devotos
inconstantes;
6. los devotos
hipócritas;
7. los devotos
interesados.
MOMENTO DE REFLEXIÓN:
Más aún, negar
que actúe así algunas veces sería temerario. Pero, según el orden establecido
por la divina Sabiduría –como dice santo Tomás–, Dios no se comunica de
ordinario a los hombres, en el orden de la gracia, sino por medio de María
Para subir y
unirse a Él, preciso es valerse del mismo medio de que Él se valió para
descender a nosotros, para hacerse hombre y para comunicarnos sus gracias; y
ese medio es la verdadera devoción a la Santísima Virgen.
Hay muchas
devociones a la Virgen Santísima y verdadera: que no hablo aquí de las falsas.
Consiste la
primera en cumplir con los deberes de cristiano, evitando el pecado mortal,
obrando más por amor que por temor, rogando de tiempo en tiempo a la Santísima
Virgen y honrándola como Madre de Dios, sin ninguna otra especial devoción para
con ella.
La segunda tiene
para la Virgen más altos sentimientos de estima, amor, veneración y confianza;
induce a entrar en las cofradías del Santo Rosario y del escapulario, a rezar
la corona o el santo rosario, a honrar las imágenes y altares de María, a
publicar sus alabanzas, a alistarse en sus congregaciones. Y esta devoción (con
tal que nos abstengamos de pecar) buena es, santa y laudable; pero no tan a
propósito como la que sigue para apartar a las almas de las criaturas y
desprenderlas de sí mismas a fin de unirlas a Jesucristo.
La tercera manera
de devoción a la Santísima Virgen, de muy pocas personas conocida y practicada;
es almas predestinadas, la que os voy a descubrir.
Consiste en darse
todo entero, como esclavo, a María y a
Jesús por Ella; y además en hacer todas las cosas con María, en María, por
María y para María.
Hay que escoger
un día señalado para entregarse, consagrarse y sacrificarse; y esto ha de ser
voluntariamente y por amor, sin encogimiento, por entero y sin reserva alguna;
cuerpo y alma, bienes exteriores y fortuna, como casa, familia, rentas; bienes
interiores del alma, a saber: sus méritos, gracias, virtudes y satisfacciones.
¿Cuáles actitudes
encuentras en María?
¿Qué otras
actitudes encuentras en el texto?
¿Con cuáles de
esas actitudes te identificas tú?
¿Cuál es la actitud de conversión que despierta en ti?
MOMENTO DE CONFRONTACION - Pregúntate
*¿Conoces quién es María?*
Tenemos que unirnos a Jesús por María. Nos unimos a la Santísima Virgen a
través de actos de afecto piadoso y amor hacia ella imitando sus virtudes,
especialmente -como dice san Luis María Grignion de Montfort- las diez virtudes
principales de la Santísima Virgen: su humildad profunda, su fe viva, su
obediencia ciega, su continua oración mental, su mortificación en todas las
cosas, su pureza incomparable, su caridad ardiente, su paciencia heroica, su
dulzura angelical y su sabiduría divina.
Desde el día 20º
hasta el día 26º practica la virtud de: Obediencia
Profundizar las características de falsos devotos y
falsas devociones en el Tratado de la Verdadera Devocion a María, num 93 al
104.
Recuerda realizar las oraciones de todos los
días.
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