AL INICIAR:
ORACIÓN DE SAN JUAN
PABLO II POR LA FAMILIA
Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la
tierra, Padre, que eres Amor y Vida, haz que en cada familia humana sobre la
tierra se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo, "nacido de
Mujer", y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina, en verdadero
santuario de la vida y del amor para las generaciones porque siempre se
renuevan.
Haz que tu gracia guíe a los pensamientos y las obras de los
esposos hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un
fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del
matrimonio, se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis,
por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión de la Sagrada
Familia de Nazaret, que la Iglesia en todas las naciones de la tierra pueda
cumplir fructíferamente su misión en la familia y por medio de la familia. Tú,
que eres la Vida, la Verdad y El Amor, en la unidad del Hijo y del Espíritu
santo. Amén.
CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA
Se utiliza un rosario común de cinco decenas.
1. Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo.
2. Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro)
decir:
"Padre
Eterno, te ofrezco el Cuerpo,
la
Sangre, el Alma y la Divinidad
de Tu
Amadísimo Hijo,
Nuestro
Señor Jesucristo,
para
el perdón de nuestros
pecados
y los del mundo entero."
3. En las cuentas pequeñas del Ave María:
"Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."
4. Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite tres
veces:
"Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de
nosotros y del mundo entero."
ORACIÓN FINAL:
ORACIÓN A SAN JUAN PABLO
II
¡Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo dónanos tu
bendición!
Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido, y guiado,
animándola a caminar con coraje por los senderos del mundo para llevar a Jesús
a todos y a todos a Jesús.
Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles
volver a soñar, volver a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina
los caminos de la vida en la tierra.
Bendice las familias, ¡bendice cada familia!
Tú advertiste el asalto de Satanás contra esta preciosa e
indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan
Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia.
Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras
e injusticias. Tú te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el
amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz.
Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos
junto a María, haz descender sobre todos nosotros la bendición de Dios. Amén.
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