lunes, 15 de octubre de 2018

Novena a San Juan Pablo II - Día 3: Los Escritos de Juan Pablo II Los hijos, don preciosísimo del matrimonio


TERCER DÍA
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

1. Oración Inicial
2. Meditación del día: Los Escritos de Juan Pablo II:
Durante el Pontificado de Juan Pablo II, La Familia fue uno de los temas en las que más profundizó. Juan Pablo II muchas veces utilizó la expresión de La familia como Ecclesiola, iglesia doméstica lo que demuestra la importancia del sacramento del matrimonio, que identifica la unión de la pareja con la de Cristo con la Iglesia; y la grandeza de la familia, que se deriva de este sacramento.
1.    Familiaris Consortio Exhortación apostólica sobre la misión de la familia en el mundo actual.
2.    Encíclica Evangelium Vitae Encíclica de Juan Pablo II, 1995, se refiere a la bioética, a la cultura de la muerte, así como a temas específicos algunos de ellos: aborto, eutanasia, anticoncepción y sexualidad
3.    Mulieris Dignitatem Carta Apostólica sobre la dignidad y la vocación de la mujer, en ocasión del año Mariano
4.    Teología del Cuerpo Visión de Juan Pablo II sobre el amor humano
5.    Carta a las familias Escrita con motivo del Año Internacional de las Familias 1994
6.    Dilecti amici Carta apostólica a los jóvenes y las jóvenes del mundo en ocasión del año internacional de la juventud
7.    Carta de Juan Pablo II a los ancianos Juan Pablo II se dirigió a los ancianos y a todos los cristianos para reivindicar la valoración y dignidad de las personas mayores como testigos de una época y depositarios de la memoria colectiva
8.    Carta de Juan Pablo II a los niños Con motivo de la Navidad, el Papa Juan Pablo II, escribe una carta a los niños de todo el mundo
9.    La santidad del matrimonio Homilía en la misa en la catedral de San Sebastián, 04/10/1997.
10. Compromiso por la promoción de la familia, Catequesis en las audiencias generales de los miércoles, 01/12/1999
11. Juan Pablo II, pensamientos sobre la familia

Tercer día: Los hijos, don preciosísimo del matrimonio (Familiaris Consortio 14)
Según el designio de Dios, el matrimonio es el fundamento de la comunidad más amplia de la familia, ya que la institución misma del matrimonio y el amor conyugal están ordenados a la procreación y educación de la prole, en la que encuentran su coronación.
En su realidad más profunda, el amor es esencialmente don y el amor conyugal, a la vez que conduce a los esposos al recíproco «conocimiento» que les hace «una sola carne», no se agota dentro de la pareja, ya que los hace capaces de la máxima donación posible, por la cual se convierten en cooperadores de Dios en el don de la vida a una nueva persona humana. De este modo los cónyuges, a la vez que se dan entre sí, dan más allá de sí mismos la realidad del hijo, reflejo viviente de su amor, signo permanente de la unidad conyugal y síntesis viva e inseparable del padre y de la madre.
Al hacerse padres, los esposos reciben de Dios el don de una nueva responsabilidad. Su amor paterno está llamado a ser para los hijos el signo visible del mismo amor de Dios, «del que proviene toda paternidad en el cielo y en la tierra».
Sin embargo, no se debe olvidar que incluso cuando la procreación no es posible, no por esto pierde su valor la vida conyugal. La esterilidad física, en efecto, puede dar ocasión a los esposos para otros servicios importantes a la vida de la persona humana, como por ejemplo la adopción, la diversas formas de obras educativas, la ayuda a otras familias, a los niños pobres o minusválidos.

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