CUARTO
DÍA
En
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
1.
Oración Inicial
2.
Meditación del Día - El Atentado a Juan Pablo II: El
13 de mayo de 1981, el papa Juan Pablo II, entonces de 61 años, sufrió
un intento de asesinato a manos del turco Mehmet Ali Agca, de la red terrorista Los
lobos grises.
El
ataque ocurrió cuando el sumo pontífice celebraba la audiencia general de los
miércoles en la Plaza de San Pedro, en Roma; coincidentemente, también se
celebraba el día de la primera aparición de la Virgen de Fátima.
Luego
de haber recibido dos balazos, Juan Pablo II fue asistido por su secretario
personal, monseñor Stanislaw Dziwisz, quien lo tomó en sus brazos y lo trasladó
al policlínico Agostino Gemelli, en Roma.
Cuando
iba camino al hospital, el Pontífice le suplicó a la Virgen María que le
salvara la vida.El 18 de mayo de 1981, Juan Pablo II perdonó públicamente al
terrorista turco que trató de asesinarlo y oró por las dos turistas
norteamericanas heridas en el atentado en la Plaza de San Pedro el 13 de mayo
de aquel año.
El
mensaje del Papa, grabado en su habitación del hospital Gemelli de Roma, fue
transmitido por la radio del Vaticano.El papa dijo: “Ruego por ese hermano
nuestro que disparó contra mí y al que sinceramente he perdonado”.
El
3 de junio de 1981 Juan Pablo II fue dado de alta el del hospital Gemelli,
donde pacientes y personal del
hospital lo despidieron ruidosamente.
Salió
caminando y sonriendo y luego abordó un automóvil que lo trasladó al Vaticano, donde lo
esperaban un grupo de religiosos y
miembros del personal.
Durante
el recibimiento, el Papa agradeció a todos por sus plegarias, y enfatizó: “A ti
María, te vuelvo a decir Totus Tuus, Soy todo tuyo”.
Con
este mensaje, que también formó parte de su escudo papal, reforzó su profundo
amor por la madre de Cristo, a quien tuvo siempre como una maestra y guía.
El
27 de diciembre de 1983 Juan Pablo II se reunió en la prisión de Rebibbia con
Mehmet Ali Agca, con motivo de la
Navidad.
El
terrorista turco y el Papa se sentaron en un rincón de la celda, donde el turco
besó el anillo al Papa, quien le reiteró
el perdón a Agca.
El
16 de mayo de 2000, Juan Pablo II intervino personalmente con las autoridades
italianas para lograr la liberación del turco que intentó asesinarlo en 1981.
El
Sumo Pontífice le escribió al presidente italiano Carlo Azeglio Ciampi, a quien
le pidió “un gesto de clemencia” para Mehmet Alí Agca, quien estaba condenado a
cadena perpetua.
El
14 de enero de 2006 Mehmet Ali Agca quedó en libertad tras pasar un cuarto de siglo en distintos
presidios de Italia y Turquía por ese magnicidio fallido y otros delitos.
Cuarto día: ¡Familia, sé lo que eres! (Familiaris Consortio 17).
En
el designio de Dios Creador y Redentor la familia descubre no sólo su
«identidad», lo que «es», sino también su «misión», lo que puede y debe
«hacer». El cometido, que ella por vocación de Dios está llamada a desempeñar
en la historia, brota de su mismo ser y representa su desarrollo dinámico y
existencial. Toda familia descubre y encuentra en sí misma la llamada
imborrable, que define a la vez su dignidad y su responsabilidad: familia,
¡«sé» lo que «eres»!
Remontarse
al «principio» del gesto creador de Dios es una necesidad para la familia, si
quiere conocerse y realizarse según la verdad interior no sólo de su ser, sino
también de su actuación histórica. Y dado que, según el designio divino, está
constituida como «íntima comunidad de vida y de amor», la familia tiene la
misión de ser cada vez más lo que es, es decir, comunidad de vida y amor, en
una tensión que, al igual que para toda realidad creada y redimida, hallará su
cumplimiento en el Reino de Dios. En una perspectiva que además llega a las
raíces mismas de la realidad, hay que decir que la esencia y el cometido de la
familia son definidos en última instancia por el amor. Por esto la familia
recibe la misión de custodiar, revelar y comunicar el amor, como reflejo vivo y
participación real del amor de Dios por la humanidad y del amor de Cristo Señor
por la Iglesia su esposa.
Todo
cometido particular de la familia es la expresión y la actuación concreta de
tal misión fundamental. Es necesario por tanto penetrar más a fondo en la
singular riqueza de la misión de la familia y sondear sus múltiples y unitarios
contenidos.
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