domingo, 3 de junio de 2018

Novena al Sagrado Corazón - Día 5: Jesús Fuente de Vida

Canto de entrada: Dame un nuevo Corazón


Lectura Bíblica. San Juan 4, 10-14
Jesús le dijo: “Si conocieras el don de Dios, si supieras quién es el que te pide de beber, tú misma le pedirías agua viva y él te la daría.”
Ella le dijo: “Señor, no tienes con qué sacar agua y el pozo es profundo. ¿Dónde vas a conseguir esa agua viva? Nuestro antepasado Jacob nos dio este pozo, del cual bebió él, sus hijos y sus animales; ¿eres acaso más grande que él?”
Jesús le dijo: “El que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré nunca volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en un chorro que salta hasta la vida eterna.”Palabra del Señor

Tema del día: Don Costamagna, pbro.; nos ha dejado muy claro lo esencial que es la devoción al Sagrado Corazón en nuestra vocación salesiana. Y, para concluir leeremos algunos fragmentos de la última parte de Texto de la Conferencia pronunciada por el Doctor Ramón Alberdi, SDB,  en  la Balmesiana el 13 de  noviembre de  2002, con motivo de las Jornadas del Centenario de la Primera Piedra del Templo del Tibidabo:

(…) hemos podido constatar el modo que tenía Don Bosco de enfocar y practicar la devoción al Corazón de Jesús (…) El Corazón de Jesús de don Bosco es el Corazón del Buen Pastor, quien deja en seguro las 99 ovejas, y marcha en busca de la perdida. Y así, en Roma, junto a la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, debía haber unas escuelas para los niños de la  barriada,  y,  un  internado para los huérfanos, y una casa para los muchachos de la parroquia, y, más tarde, una librería de propaganda católica. Y, en el Tibidabo, a ser posible no debía faltar un seminario para    la formación de los futuros misioneros.

Es decir, en la devoción que practicaba San Juan Bosco hacia el Corazón de Jesús se unen espíritu y obras, mística y misión, contemplación y acción, muerte y vida. “Yo soy el buen pastor. El pastor bueno se desprende de su vida por las ovejas... Tengo otras ovejas que no son de este recinto; también a éstas tengo que conducirlas… Por eso me ama mi Padre, porque yo me desprendo de mi vida. Nadie me la quita, la doy yo voluntariamente” (Jn 10, 11-18).

Y podemos añadir que la devoción al Corazón de Jesús, como salesianos y salesianas, nos debe llevar, de manera límpida, fresca y suave, a la vivencia del Sistema Preventivo, donde la caridad lo supera todo, porque es una caridad que nace de la fuente del amor puro: el Corazón Sagrado de Jesucristo.

Nos dicen de Dios que “ve con ojos de misericordia”, que tiene un corazón como el nuestro. ¿Qué tiene eso que ver con la misericordia? Hija del latín, es la unión de miser (viene a significar desdicha) y cordis (corazón), y traduce la imagen del corazón cercano al sufrimiento, a la debilidad. Proyecta la capacidad para poner el corazón en medio de la desgracia ajena. Esto es mirar el sufrimiento cara a cara, con el centro donde guardamos lo que amamos, lo que nos cautiva. Entregarse por alguien; sostener al que llora; vivir con gratuidad; perdonar; comprometerse, construir... son formas de poner el corazón en juego, de practicar misericordia, de AMAR.

La cita anterior, como hemos visto, refleja la devoción de Don Bosco al Sagrado Corazón de Jesús, y a la cual cada una y cada uno de nosotros estamos llamados a vivir en nuestros propios contextos, ser expresión de este amor misericordioso. Vayamos entonces, como Luis Colle, al POZO sagrado, y saquemos sus inagotables tesoros de gracia y de misericordia para “dar vida y vida en abundancia”.

Momento para la reflexión Personal o Comunitaria.

Las Doce Promesas del Sagrado Corazón
En mayo de 1673, el Corazón de Jesús le dio a Santa Margarita María para aquellas almas devotas a su Corazón las siguientes promesas:
* Les daré todas las gracias necesarias para su estado de vida.
* Les daré paz a sus familias.
* Las consolaré en todas sus penas.
* Seré su refugio durante la vida y sobre todo a la hora de la muerte.
* Derramaré abundantes bendiciones en todas sus empresas.
* Los pecadores encontrarán en mi Corazón un océano de misericordia.
* Las almas tibias se volverán fervorosas.
* Las almas fervorosas harán rápidos progresos en la perfección.
* Bendeciré las casas donde mi imagen sea expuesta y venerada.
* Otorgaré a aquellos que se ocupan de la salvación de las almas el don de mover los corazones más endurecidos.
* Grabaré para siempre en mi Corazón los nombres de aquellos que propaguen esta devoción.
* Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve Primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán en desgracia mía, ni sin recibir sus Sacramentos, y mi Corazón divino será su refugio en aquél último momento.

Ave María:
Dios te salve María llena eres de gracia el Señor está contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén.

ORACIÓN FINAL:



Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies,
renovamos alegremente la Consagración
de nuestra familia a tu Divino Corazón.
Sé, hoy y siempre, nuestro Guía,
el Jefe protector de nuestro hogar,
el Rey y Centro de nuestros corazones.

Bendice a nuestra familia, nuestra casa,
a nuestros vecinos, parientes y amigos.
Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes,
y participa de nuestras alegrías y angustias,
de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo
y de nuestras diversiones.

Danos fuerza, Señor, para que carguemos
 nuestra cruz de cada día
y sepamos ofrecer todos nuestros actos,
 junto con tu sacrificio, al Padre.

Que la justicia, la fraternidad, el perdón
y la misericordia estén presentes
en nuestro hogar y en nuestras comunidades.
Queremos ser instrumentos de paz y de vida.

Que nuestro amor a tu Corazón compense,
de alguna manera, la frialdad y la indiferencia,
la ingratitud y la falta de amor
de quienes no te conocen,
te desprecian o rechazan.

Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti.
Confianza profunda, ilimitada

Amén



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