domingo, 2 de septiembre de 2018

Día 4 - ORAMOS POR LAS FAMILIAS, LOS MATRIMONIOS Y POR LOS MIEMBROS DE LA FAMILIA QUE ESTÁN FUERA DE CASA Y DEL PAÍS

CUARTO DÍA:
02 - SEPTIEMBRE
ORAMOS POR LAS FAMILIAS, LOS MATRIMONIOS  Y POR LOS MIEMBROS DE LA FAMILIA
QUE ESTÁN FUERA DE CASA Y DEL PAÍS

+          ILUMINACIÓN DEL ENCUENTRO

(Jn 2, 1-11). Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos. Sucedió que se terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo: “No tienen vino.” Jesús le respondió: “¿Qué quieres de mí, mujer? Aún no ha llegado mi hora.” Pero su madre dijo a los sirvientes: “Hagan lo que él les diga.” Había allí seis recipientes de piedra, de los que usan los judíos para sus purificaciones, de unos cien litros de capacidad cada uno. Jesús dijo: “Llenen de agua esos recipientes.” Y los llenaron hasta el borde. “Saquen ahora, les dijo, y llévenle al mayordomo.” Y ellos se lo llevaron.
Después de probar el agua convertida en vino, el mayordomo llamó al novio, pues no sabía de dónde provenía, a pesar de que lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua. Y le dijo: “Todo el mundo sirve al principio el vino mejor, y cuando ya todos han bebido bastante, les dan el de menos calidad; pero tú has dejado el mejor vino hasta ese momento.” Esta señal milagrosa fue la primera, y Jesús la hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él. Jesús bajó después a Cafarnaúm con su madre, sus hermanos y sus discípulos, y permanecieron allí solamente algunos días.

Palabra del Señor. 

Respondemos: Gloria a Ti, Señor Jesús

Reflexión:
Se levantó María de su sitio, de su comodidad, para evitar una desgracia que dejaría una herida en los recuerdos de los recién casados.
¿Quién ama de verdad?, quien no busca a sí mismo, sino la felicidad del otro sin compensación, encontrará soluciones. Para Dios “nada es imposible”.
La Santísima Virgen nos enseña que el matrimonio es de tres: la pareja y Jesucristo. Él presenció las bodas de Caná, pero está presente en todas. Basta conocer el camino para ir a Él; y, como la Virgen, no imponer, sino proponer una solución. Es un terrible y doloroso engaño pensar que el amor humano puede frustrarse en el amor divino. “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, porque sin Mí no podéis hacer nada”.
Sin un Amor superior, ¿cómo pueden las personas desprenderse de su amor propio, de su soberbia, de su salvaje vanidad para amar con coherencia y permanencia en el matrimonio? La crisis es muchas veces compañera del amor, pero lo es también Jesucristo, como su fuente de vida y su fortaleza. La pareja que vive en estado de gracia es ya un sagrario del amor de Dios.
Pero no basta ir simplemente con Nuestro Señor Jesucristo y exponerle las dificultades, es preciso obedecerle.
“Llenad las tinajas con agua...”

OREMOS: Virgen María, te pedimos que nos transformes en personas de bien, y que nuestra vida sea un si incondicional a la voluntad de Dios. Tú serás la luz y guía de esta familia que hoy te proclama madre. Bendice nuestro trabajo y comparte con nosotros lo que Dios nos socorre. AMEN.

+          REZO DE LOS MISTERIOS DEL DÍA

Momento de Acción de Gracias

+          ORACIÓN FINAL:

Con un Rosario entre las manos y una dulce mirada misericordiosa tu imagen, purísima, nos ha hecho hermanos, ¡OH VIRGEN DEL VALLE!, Oh virgen gloriosa, patrona de los marineros y oriente venerada, por el amor de estos, tus hijos, de mares y que siempre te rodean de perlas.

Por eso, te rogamos que siempre nos protejas.
Guíanos madre purísima, por un mar tranquilo de paz, devoción y amor hacia tu hijo Jesús. AMEN.



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