MOMENTO DE ILUMINACIÓN - Tratado
de la Verdadera Devoción... núms. 261-265
¡Oh dulcísimo Señor Jesús! ¡Cuánta es la dulzura del alma
devota que se regala contigo en tu banquete, donde no se le presenta otro
manjar que a su único amado, apetecible sobre todos los deseos de su corazón!
Sería ciertamente muy dulce para mí derramar en tu presencia
copia de lágrimas afectuosas y regar con ellas tus pies, como la piadosa
Magdalena, Mas, ¿Dónde está ahora esta devoción? ¿Dónde el copioso
derramamiento de lágrimas devotas?
Por cierto, en tu presencia y en la de tus santos ángeles,
todo mi corazón debiera encenderse y llorar de gozo.
Porque en el Sacramento te tengo verdaderamente presente,
aunque encubierto bajo de otra especie.
Porque el mirarte en tu propia y divina claridad no podrían
mis ojos resistirlo, ni el mundo entero subsistiría ante el resplandor de la
gloria de tu majestad.
Tienes, pues, consideración a mi debilidad cuando te ocultas
bajo de este Sacramento.
Es menester practicar estas acciones en María. La Santísima
Virgen es el verdadero paraíso terrenal del nuevo Adán, del cual el antiguo
paraíso terrestre era sólo figura. Hay, pues, en este paraíso terrenal
riquezas, bellezas, singularidades y dulzuras inexplicables que el nuevo Adán,
Jesucristo, dejó en él. En este paraíso tuvo Él sus complacencias durante nueve
meses, obró sus maravillas y ostentó sus riquezas con la magnificencia de Dios.
En este paraíso terrestre es donde verdaderamente está el árbol de la vida, que
es Jesucristo, fruto de la vida eterna; el árbol de la ciencia del bien y del
mal que ha dado la salud al mundo. Hay en este lugar divino árboles plantados
por la mano de Dios y rociados con su divina gracia, que han producido y todos
los días dan frutos de un sabor exquisito. Solamente el Espíritu Santo puede
hacer conocer la verdad escondida bajo las figuras de las cosas materiales. El
Espíritu Santo, por boca de los Santos Padres, llama también a la Santísima
Virgen, la puerta oriental por la cual el gran sacerdote Jesucristo entró en el
mundo, por ella entró la primera vez y por ella vendrá la segunda.
Por último, es necesario hacer todas nuestras acciones
para María. No que la tomemos como el último fin de nuestras acciones, que es
sólo Jesucristo, sino por nuestro fin próximo, nuestro misterioso medio y
manera segura para ir a Él. Es necesario emprender y hacer grandes cosas para
esta augusta soberana, apoyados en su protección. Es necesario defender sus
privilegios, cuando se le disputan, es necesario sostener su gloria, cuando se
la ataca, llevar a todo el mundo, si se puede, a su servicio y a esta sólida y
verdadera devoción. Es necesario no pretender de ella, como recompensa de estos
pequeños servicios, más que el honor de pertenecer a una tan amable Princesa y
la felicidad de estar por Ella unidos a Jesús Hijo en el tiempo y en la
eternidad.
MOMENTO DE REFLEXION:
Actos de amor a Dios, acción de gracias por
las bendiciones de Jesús, contrición y resolución
Primero: El
Hombre-Dios, su gracia y gloria; después sus derechos en el dominio soberano
sobre nosotros; ya que, habiendo renunciado a Satanás y al mundo, tomamos a
Jesucristo como nuestro Señor.
Segundo: Su
vida interior; las virtudes y los actos de su Sagrado Corazón; su
asociación con María y los misterios de la Anunciación y Encarnación. Durante
su infancia y vida oculta en la fiesta de las bodas de Caná y en el Calvario...
MOMENTO DE CONFRONTACIÓN:
Pregúntate *¿Qué se tiene que estudiar de
Jesucristo?*
Desde el día 27º
hasta el día 33º practica la virtud de: Amor Sacrificial
Recuerda realizar las oraciones de todos los
días.
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