Señor, confiando en tu bondad y gran misericordia, vengo yo,
enfermo, al médico: hambriento y sediento, a la Fuente de la vida; pobre, al
Rey del cielo; siervo, al Señor; criatura, al Criador; desconsolado, a mi
piadoso consolador.
Mas ¿de dónde a mí tanto bien, que Tú vengas a mí? ¿Quién soy
yo para que te me des a Ti mismo?
¿Cómo se atreve el pecadora comparecer delante de Ti? Y Tú,
¿cómo te dignas venir al pecador?
Tú conoces a tu siervo, y sabes que ningún bien tiene por
donde pueda merecer que Tú le hagas este beneficio.
Yo te confieso, pues, mi vileza, reconozco tu verdad, alabo
tu piedad, y te doy gracias por tu extrema caridad.
Los que toman esta santa esclavitud profesarán devoción
singular al gran misterio de la Encarnación del Verbo, el 25 de marzo, que es
el misterio propio de esta devoción que ha sido inspirada por el Espíritu
Santo:
Primero,
para honrar e imitar la dependencia inefable que Dios Hijo ha
querido tener respecto de María, para la gloria de Dios su Padre y para nuestra
salvación, la cual de-pendencia se muestra particularmente en este misterio en
que Jesús aparece cautivo y esclavo en el seno de la divina María, en donde
depende totalmente de Ella para todas las cosas.
Segundo,
para dar gracias a Dios por los favores incomparables que ha
concedido a María y particularmente el de haberla escogido por su dignísima
Madre, elección que ha sido hecha en este misterio.
Tales son los dos principales fines de la esclavitud de Jesús
en María. Como vivimos en un siglo orgulloso, en que hay un gran número de
sabios hinchados, espíritus fuertes y críticos que encuentran defectuosas las
prácticas de piedad mejor fundadas y más sólidas, vale más, para no darles
ocasión de crítica sin necesidad, decir *_la esclavitud de Jesús en María_*,
y llamarse el esclavo de Jesucristo, que es esclavo de María, tomando la denominación
de esta devoción más bien de su fin último, que es Jesucristo, que el camino y
medio para llegar a este fin, que es María, por más que una y otra se pueden, a
la verdad, usar sin escrúpulo.
Otra razón es, que el principal misterio que en esta devoción
se celebra y se honra es el misterio de la En-carnación, en el cual no se puede
ver a Jesucristo sino en María y encarnado en su seno, es más a propósito decir
la *_esclavitud de Jesús_* en María, según aquella hermosa plegaria de
tan grandes almas: Oh Jesús que vivís en María, venid y vivid en nosotros en
vuestro espíritu de santidad, etcétera.
Los que adoptan esta esclavitud dirán con gran devoción el Ave
María o la salutación angélica, cuyo precio, mérito, excelencia y
necesidad, pocos cristianos, aun los más ilustrados, conocen. Ha sido preciso
que la Santísima virgen se haya aparecido muchas veces a grandes santos muy
esclavos suyos para mostrarles tan gran mérito. (
MOMENTO DE REFLEXION – Sobre la Celebración
del misterio de la Encarnación
Actos de amor a Dios, acción de gracias por
las bendiciones de Jesús, contrición y resolución
Primero: El
Hombre-Dios, su gracia y gloria; después sus derechos en el dominio soberano
sobre nosotros; ya que, habiendo renunciado a Satanás y al mundo, tomamos a
Jesucristo como nuestro Señor.
Segundo: Su
vida interior; las virtudes y los actos de su Sagrado Corazón; su
asociación con María y los misterios de la Anunciación y Encarnación. Durante
su infancia y vida oculta en la fiesta de las bodas de Caná y en el Calvario...
MOMENTO DE CONFRONTACION:
Pregúntate *¿Qué se tiene que estudiar de
Jesucristo?*
Desde el día 27º
hasta el día 33º practica la virtud de: Amor Sacrificial
Recuerda realizar las oraciones de todos los
días.
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