Día 5:
Testigo del poder del Santo Rosario
Lema de la
Novena: Con Juan Pablo II, damos frutos de Santidad en Comunidad
Objetivo: Los bautizados y demás personas
de buena voluntad que conforman las diferentes viñas de la Parroquia Don Bosco,
se reúnen en sus sectores, en un clima de oración y fraternidad para meditar
acerca de la vida de San Juan Pablo II y su testimonio como Testigo del amor a
Dios
1.
Canto
de Entrada
2.
Monición
de entrada: “Encarnemos en nuestra vida diaria los misterios del Santo
Rosario y de esta forma llegaremos a ser un rosario viviente.”
3.
Oración
Inicial
4.
Invocación
al espíritu Santo
5.
Lectura
Bíblica Hechos de los Apóstoles 1, 14
“Todos
ellos se dedicaban a la oración en común, junto con algunas mujeres, con Maria
la Madre de Jesus…”
“En esta oración nos unimos a Ella como los
apóstoles reunidos en el Cenáculo, después de la Ascensión de Cristo. Con esta
oración se prepara para recibir al Espíritu Santo en el día de Pentecostés.
Maria que en el momento de la Anunciación había recibido al Espíritu Santo con
una eminente plenitud, oraba con ellos. La plenitud especial de Espíritu Santo determina
en ella también una plenitud especial en la oración. Mediante esta singular
plenitud, Maria ruega por nosotros y ora con nosotros. Juan Pablo II Audiencia 2/10/83
6.
Momento
de Reflexión personal y comunitaria ¿Que Dice el Texto? ¿Que me dice el Texto?
¿A que me invita el texto?.
7.
Canto
8.
Peticiones
personales y generales
9.
1
Padre Nuestro, 3 Avemarías y 1 Gloria, mas la Jaculatoria San Juan Pablo II
10.
Compromiso
personal y comunitario
11.
Oración de Juan Pablo II por los
Venezolanos
Oh,
Dios, Creador del universo, que extiendes tu preocupación paternal sobre cada
criatura y que guías los eventos de la historia a la meta de la salvación; reconocemos
tu amor paternal que a pesar de la resistencia de la humanidad y, en un mundo
dividido por la disputa y la discordia, Tú nos haces preparar para la
reconciliación.
Renueva
en nosotros las maravillas de tu misericordia; envía tu Espíritu sobre
nosotros, para que él pueda obrar en la intimidad de nuestros corazones; para
que los enemigos puedan empezar a dialogar; para que los adversarios puedan
estrecharse las manos; y para que las personas puedan encontrar entre sí la
armonía.
Para
que todos puedan comprometerse en la búsqueda sincera por la verdadera PAZ; para
que se eliminen todas las disputas, para que la CARIDAD supere el odio, para
que el PERDÓN venza el deseo de venganza. Amén
12.
Canto
final
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