*|PARROQUIA DON
BOSCO|*
*_Novena a María
Auxiliadora_*
*Séptimo día. Martes
21 de Mayo*
_En el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo_
*La obediencia de María*
*La
profecía de Simeón explicita al mismo tiempo la comunión de la Madre con el
sufrimiento del Hijo, “sirviendo con diligencia al misterio de la redención con
Él y bajo Él”* (Lumen
Gentium, 56), expresión de la especial cooperación en el misterio salvífico del
único Redentor, Jesucristo, resaltando la total obediencia de María a la
voluntad divina, hasta el ofrecimiento de su amadísimo Jesús.
María,
Madre atenta y tierna, vivió las esperanzas, los silencios, las alegrías y las
pruebas por las que toda madre tiene que pasar: es significativo que no siempre
comprenda todo de Él (v. en Lc 2,50, después de encontrar a Jesús y su
respuesta). Pero continúa, fiándose de Dios, amando y protegiendo, a su manera,
a aquel Hijo, tan pequeño y tan grande, con una mezcla de proximidad y
dolorosos alejamientos, que la convierten en modelo de maternidad: ¡Los hijos
son engendrados en el dolor y en el amor durante toda la vida! Así María es
ejemplo de madre, capaz de una acción educativa compartiendo el tesoro del
corazón, la paciencia, la firmeza, la acción continua y la confianza en el
Altísimo.
*Nuestra obediencia*
No
se puede descuidar que *cada camino vocacional*, hundiendo sus
raíces en la experiencia de filiación divina donada en el bautismo (cfr. Rom
6,4-5; 8,14-16), es *un camino pascual*, que implica el
compromiso de negarse a uno mismo y de perder la propia vida para recibirla
renovada. El Cristo que nos llama a seguirlo es aquel que «en lugar del gozo
que se le ofrecía, soportó la cruz sin tener en cuenta la infamia, y ahora está
sentado a la derecha del trono de Dios» (Heb 12,2). El creyente, por lo tanto,
incluso cuando experimenta que el discipulado implica renuncias y una sufrida
fidelidad, no se desanima y continúa siguiendo al Señor que nos precedió a la
derecha del Padre y nos acompaña con su Espíritu (
*Nos
interrogamos*: En
nuestra responsabilidad de testigos y generadores de la vida que viene de lo
alto, ¿nos esforzamos por ser como María en su relación con Jesús, cercanos y
delicados con quienes nos han sido confiados, respetando su libertad y su
misterio? ¿Estamos dispuestos a confiar todo a Dios, sin esquivar ninguna de
nuestras responsabilidades? ¿Somos capaces de escuchar a todos, sin descuidar
el deber de dar testimonio?
*Ofrecimiento de
la Novena*
En este momento tendremos un minuto para que cada uno ore por
alguna intención que desee que la Santísima Virgen Auxiliadora lleve a Dios
_Peticiones libres…._
*Oración*
¡Oh tiernísima Madre y Auxiliadora mía!,
concededme la gracia que te pido... A pesar de que me veo lleno de pecados y
miserias, al pensar en Jesús Sacramentado, siento en el alma un fuerte deseo
del bien para agradarle; pero yo quisiera que este sentimiento no fuera
homenaje de un instante solamente. Tú pues, Madre clementísima, que después de
la Ascensión de Jesús encontraste en la Sagrada Eucaristía tu única delicia
sobre la tierra, dame una fe viva, y enciéndeme en ardentísimo amor hacia este
Divino Tesoro, para que lo tenga siempre en la mente y en el corazón, hasta el
día que lo vea manifiesto en el Cielo. Amén.
*Celebramos 150 años de fundación de ADMA,* _servirá para promoción vocacional de la asociación_
*María Auxilio de los cristianos*
_Ruega por nosotros_
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