Sábado, 06 de Agosto del 2016
Iluminación: Mt 7, 21-29
No bastará con decirme: ¡Señor!,
¡Señor!, para entrar en el Reino de los Cielos; más bien entrará el que hace la
voluntad de mi Padre del Cielo.
Aquel día muchos me dirán: ¡Señor, Señor!,
hemos hablado en tu nombre, y en tu nombre hemos expulsado demonios y realizado
muchos milagros. Entonces yo les diré claramente: Nunca les conocí. ¡Aléjense
de mí ustedes que hacen el mal!
Si uno escucha estas palabras mías y
las pone en práctica, dirán de él: aquí tienen al hombre sabio y prudente, que
edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron
los vientos y se arrojaron contra aquella casa, pero la casa no se derrumbó,
porque tenía los cimientos sobre roca. Pero dirán del que oye estas palabras
mías, y no las pone en práctica: aquí tienen a un tonto que construyó su casa
sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se
arrojaron contra esa casa: la casa se derrumbó y todo fue un gran desastre.”
Cuando Jesús terminó este discurso, la
gente estaba admirada de cómo enseñaba, porque lo hacía con autoridad y no como
sus maestros de la Ley
Para la reflexión:
- ¿Cuál es la roca que
sustenta nuestra comunidad?
- ¿Qué quiere decir construir
sobre roca firme?
- ¿Cómo asocio esta actividad
con la Jornada Diocesana de Programación 2017?
Signo: El objeto de mayor valor que cada uno tenga en ese momento, para indicar que nadie es tan pobre que no tenga nada que dar
Socialización de la Programación por Comisiones
No hay comentarios:
Publicar un comentario